domingo, 17 de agosto de 2008

Nadal sube al Olimpo


No se me ocurre otra cosa mejor en el día de hoy que reeditar la Oda que le dediqué a Rafael Nadal a propósito del curso de poesía. Ya sé que la puse hace nada y puede que sea un poco reiterativa, pero es que estoy encantada con el desenlace del partido y además soy una fan incondicional de Rafa.

Oda a Rafael Nadal
Moderno efebo que emulas
a antiguos héroes de grandes gestas.
Las tuyas, sin duda, no van a la zaga.
Posees el bravío corazón
de un guerrero espartano
y tu gallardía y apostura son
dignas de un gladiador.
Tu astucia y valor en la lid
no conocen límite alguno.
Engañas al contrincante
cual moderno Ulises
manándoles bolas que son
auténticos caballos de Troya.
Desconciertas y haces morder el polvo
a todos tus rivales en la pista
y tu sólo nombre basta
para hace temblar a tu adversario.

Tu poderoso brazo zurdo
blande la prodigiosa raqueta
como si de una nueva Tizona se tratase.
Golpeas sin piedad bolas imposibles
que dejan sin aliento a tus rivales,
hasta que rendidos, caen ante ti.

París ya te ha coronado cuatro veces,
y por fin, en Wimbledon, también eres el rey.

Cuando las cosas te vienen mal dadas
sacas a relucir toda tu bravura.
Entonces te admiro aún más, si cabe
y me uno al clamor del graderío
lanzando a pleno pulmón tu grito de guerra:
“Vamos, Rafa, vamos”
Autora: Avelina chinchilla Rodríguez